Cuando Filippo Lettera descubrió aquella rata que asomaba los bigotes por el buzón del correo, poco podía imaginar que se trataba de la primera de las miles que iban a tomar Nilemah (con hache tras la a), hasta el punto de volver la ciudad del revés.
Pero para todo hay solución.
Y si no, que se lo pregunten al alcalde o a Alfredinno Lettore, el muy leído bibliotecario jefe.
¿O es que nadie ha oído hablar de cierto flautista infalible?
100% Pago seguro |
3 a 5 días