Marcel Proust (París, 1871-1922) es una figura capital de la literatura del siglo xx. Tras una infancia marcada por el asma y por la dependencia de su madre, llevó la vida mundana propia de un joven de familia rica en París, pero también se comprometió con la justicia, apoyando a los dreyfusistas, y con el arte, publicando artículos de índole literaria y estética en Le Figaro, e iniciando la redacción de la novela Jean Santeuil, o bien traduciendo a Ruskin. Su madre, con quien estaba tan unido, murió cuando él tenía 34 años y, entonces, sumido en la tristeza y en una salud precaria, empezó una vida recluida que ya no abandonaría jamás. Cuatro años después emprendió la redacción de lo que sería su obra magna, En busca del tiempo perdido, que al principio fue recibida con cierta frialdad y después con entusiasmo, y de la cual solo pudo ver publicados los tres primeros volúmenes de los siete que la componen.